Alguien me dijo una
vez que no todo en la vida era perfecto, que a veces elegías caminos que no
llevaban a ninguna parte y que no te beneficiaban para nada. De esa persona
apenas recuerdo nada, pero cuando lo dijo creo no conocía la realidad de la
vida de los ‘’elegidos’’.
Seis.
El seis era un
número que abarcaba bastante. Seis era el número de personas que me rodeaban,
contándome a mí. Seis rostros que heredaron la belleza clásica de sus
antecesores pero no su inteligencia. Tú, querido seis que complicas mi vida
hasta el punto que me aborrezca de ella. A ti nunca te perdonaré que no me
dejaras elegir la vida que quisiera.
Sexys, brillante
como el sol y además ricos, esos somos nosotros. ¿Qué quienes somos? Pues no
tenéis más que fijaros en nuestros colgantes de diamantes que pesan sobre
nuestro pecho con nuestras iniciales o en las tarjetas Platino y Oro que
brillan hasta en la inmensidad de la oscuridad. Es imposible no conocernos
porque vamos todos unidos a todas partes. Somos como una bandada de pájaros,
siempre unidos. La gente nos odia, nos envidia, nos aborrece, nos critica. ¿Y por
qué? Pues porque somos privilegiados o
como digo yo asquerosamente ricos.
Vivimos en el
distrito más cotizado y descaradamente acomodado de todo Paris, alejados de la ira y del desorden de los barrios
‘’marginales’’. Vestidos de Versace,
Gucci, Salvatore Ferragamo, Chanel y otros más que no son más que una pequeña
muestra de lo vomitivo y nauseabundo que es nuestro dinero.
Angelique, Effie,
Phoebe, Devon, Harley y por supuesto yo, Juliette. Ahora que tenéis nuestros
nombres intentad encontrarnos y descubrid que no todo lo que brilla es oro… Bienvenidos
a nuestro mundo. A mí corrompido mundo.
Juro solemnemente
que soy total e incondicionalmente inocente.
Hola, aquí os traigo el prólogo de otra de mis historias, os subiré también le primer capítulo y me decís si os gusta para seguirlos subiendo.
XOXO
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